lunes, 20 de agosto de 2007

ENTREVISTA


Javier Diez Canseco recordando el Paro Nacional del 19 de julio de 1977:
«Trajimos abajo un régimen dictatorial, pero terminó retornando al poder los viejos partidos de la derecha...»

-¿Dr. Diez Canseco que reflexión le merece estos 30 años del histórico Paro Nacional del 19 de julio de 1977 que contribuyó a que el dictador de entonces el Gral. Morales Bermúdez, convocara a la Asamblea Constituyente?
- JDC: A 30 años desde ese 19 de julio de 1977, es Perú vive en una situación distinta, un proceso de movilización social y de demanda social y que ha remecido el gobierno de turno y que expresa una necesidad de un cambio de rumbo. Eso tiene en común al 17 de julio de 1977 con el 11 de julio del 2007.
La situación económica es distinta en aquel entonces 30 años atrás vivíamos una época de recesión y de parálisis económica, de paquetazos. Hoy en día hay una situación de bonanza económica, de crecimiento de la economía, pero sin creación de trabajo digno, con salario de hambre y con aprovechamiento indebido de nuestro recursos naturales en manos de grandes transnacionales. A diferencia del año 1977 el que en el Perú tenía una gran fuerza a Teología de la Liberación y a la Iglesia progresista, hoy tenemos una iglesia manejada por un arzobispo del Opus Dei y por obispos de extrema derecha que han arrinconados a los sectores más progresistas en la jerarquía católica, a diferencia del año 77, hoy día tenemos una clase obrera de menor peso en un país producto de la industrialización pero tenemos a su vez nuevos sectores sociales que están activos en la lucha igual que el año 77: Tenemos un amplio movimiento descentralista, frentes regionales, paros regionales y luchas y luchas obreras que han producido una movilización nacional muy importante y tenemos al magisterio nacional que jugó un papel muy importante en el año 1977. Sin embargo creo que hoy tenemos la lección de los 30 años vividos. Pero en ese año jugaron un juego que juegan los niños que es "nadie sabe para quien trabaja". Nosotros hicimos la lucha, trajimos abajo un régimen dictatorial, pero terminó retornando al poder los viejos partidos de la derecha a manejar el país y nosotros que construimos una fuerza social y política y que después dio nacimiento a Izquierda Unida, no supimos aprovechar el factor de la unidad, no supimos preservarlo adecuadamente y potenciarlo. No supimos desarrollar esta unidad para que sea un instrumento de cambio profundo.
Hoy estamos reconstruyendo esa unidad y creo que es in paso muy importante y sabremos valorarla adecuadamente para no volver a jugar el "no sabes para quien trabajas" y para construir una alternativa de gobierno y de poder que permita un nuevo país con justicia social, con democracia participativa con autoestima y respeto para todos los peruanos frente al modelo neoliberal del fujimorismo, del toledismo y el aprofujimorismo que hoy gobierna que pretenden convertirlos en una suerte de semicolonia de los Estados Unidos y en un apéndice de sus intereses
-¿Ud. que autocrítica haría a la izquierda peruana en no haber logrado la ansiada unidad?
- JDC: Sin duda el tema de la unidad es el principal tema que hay que autocriticar y creo que esa autocrítica no es solamente a mantener una unidad formal, sino tener una unidad real con una propuesta común de país, de grandes objetivos por lo que luchamos juntos.
En segundo lugar, es tener una unidad orgánica, es decir une red organizada, en tercer lugar que sea una unidad política y social y no solo de agrupamientos políticos, sino de movimientos sociales, en cuarto lugar de que sea una unidad descentralista, que una los movimientos regionales y que no se cocine solamente en Lima y pretenda conducir desde Lima, sino desde los pueblos diversos de este Perú pluricultural y pluriétnico y finalmente creo que tiene que ser una unidad que sepa tratar las diferencias, las contradicciones, los matices que hay en su interior para responder a los retos que las circunstancias lo plantean y creo que la convocatoria a la jornada del 11 de julio con la firma de los partidos de izquierda y progresistas del país y los movimientos sociales y el llamamiento del pasado 8 de julio firmado por el Partido Socialista, el Nacionalista, la Nueva Izquierda, el Partido Comunista y otras organizaciones progresistas, señalan un camino al plantearse la lucha los la Asamblea Constituyente, por un cambio de rumbo y por una unidad amplia para un cambio profundo en el país, que permita recuperar derechos sociales , laborales, políticos y por supuesto transformar el Estado y el manejo de la economía para poner al servicio de los peruanos y las peruanas.
Para nosotros se trata de que la unidad debe servir para devolver al Perú a los peruanos, para democratizar el estado, terminar con este manejo del Estado como una agencia de los grandes grupos de poder y para devolver el manejo de la economía del Perú para el progreso de todos los peruanos y peruanas. (TOÑO CARMONA).

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